Rosita Claros
“Conocí al Padre Mario gracias a mi comadre Concepción Ramos. Mi hijo había nacido con un problema madurativo, y veníamos desde Capital –donde vivíamos- para que el Padre lo atendiera. Cada vez que él nos recibía, le pasaba la manito y me decía que me quedara tranquila. Eran muy pocas las palabritas que ne decía,…