Club de la Edad de Plata
La Herencia Viva del Padre Mario para los Adultos Mayores de González Catán
Desde los comienzos de su trabajo para los más vulnerables en González Catán, el Padre Mario se preocupó por los ancianos.
Esa preocupación tal vez tuviera origen en recuerdos dolorosos de su trabajo pastoral, en hospitales y hospicios, conociendo la fragilidad de los mayores cuando están solos.
En aquella época fundacional de su Obra, a fines de los años 60, reunía a los mayores del barrio alrededor de una merienda algunas veces a la semana.
Los encuentros estaban presididos por el Padre Mario, y constituían, sobre todo, una forma de compañía fraternal y afectuosa que naturalmente producía el sentido de pertenencia a un grupo de pares. El paso de los años y la pérdida de autonomía que trae la vejez va desmoronando el tejido social y afectivo que nos protege.
El sentido de pertenencia a una comunidad es un factor decisivo para el bienestar de las personas. El Padre Mario lo comprendía muy bien y actuó en consecuencia.
Una vez consolidado el grupo de adultos y el método de reunión, consiguió los recursos para proveer la merienda: dos o tres veces por semana a la tarde, llegaba con su Fiat 600 a panaderías como La Exposición y Panadería Norte, entre otras, donde le donaban facturas.
Volvía a González Catán con el auto repleto y así tenía los recursos para reunir a sus amigos en un garage, parte de la primera construcción que emprendió.
El grupo creció, se autodenominó Club de Plata y fue una de las primeras iniciativas estables de la Obra. Luego pasó a ser un Centro de Jubilados.
Con el tiempo, ya a finales de la década del 80, posiblemente ante el envejecimiento de los miembros originales, fue evidente que necesitaban una estructura de servicios más amplia y sólida. De la relación con el INSSJYP (PAMI) y con el financiamiento del mismo, surgió la posibilidad de constituir el Centro de Atención para Mayores N°1, el primero del país. Llevó el nombre de Julieta Bosch de Estrada, quien fuera una de las principales impulsoras del proyecto. Fue inaugurado en 1989 por el Padre Mario y el Dr. Santiago de Estrada, entonces presidente del PAMI.
Los adultos mayores del barrio tenían ahora una oportunidad de mejorar su calidad de vida, de estar mejor cuidados y atendidos en un lugar que siempre sintieron como propio.
El CAM ha sido y es un espacio de pertenencia. Desde la mañana los mayores se relacionan, aprenden, emprenden. A la tarde vuelven a su hogar. El Padre Mario nunca quiso que en la Obra se desarrollaran actividades que alejaran a las personas de sus familias.
En agosto de 1992, cuando nos dejó físicamente el Padre Mario, apenas habían pasado 2 años de funcionamiento pleno del CAM.
Cada agosto, desde hace más de 30 años, se recuerdan aquellos encuentros de fines de los 60: Se realiza el Té del Reencuentro en el CAM. Los concurrentes y sus familias, los trabajadores e invitados, renuevan el vínculo con el Padre Mario y su Obra, honrando la memoria de quienes estuvieron antes que ellos.
Cada gesto que se produce en la Obra (por ejemplo, el Té del Reencuentro) busca seguir haciendo realidad el sueño original: Construir una comunidad que prospere.
Una persona no hace sino que es la comunidad que hace. Nosotros estamos buscando la comunidad. Un cuerpo único, con un deseo único, con una voluntad única y con un sacrificio único
Padre Mario Pantaleo – Siervo de Dios
Buen día. Hacemos las donaciones por Mercado Pago.
Yo fui hace 4 días para agradecerle, esto lo hacemos ya hace 3 años, con mi amiga Maria Esther Perez a la cual le sacó un tumor ( el primer día que fuimos a pedirle el milagro. Ya regresamos con el milagro. 😢🤷soy una sra.mayor y anti tatuajes. Pero me tatue ( gracias Padre Mario ) para llevar con migo su nombre en agradecimiento. Lo tengo en un altar permanente iluminado .Cuanto lo amo.Vamos 1 ves x año .Soy de La Plata. 🙏
Una Obra Maravillosa, no conocía su historia. Leer todo lo que hizo el padre Mario, por todo los que se preocupó y luchó para darles una mejor calidad de vida me emociona hasta las lágrimas.
Espero que pronto tengamos la grata noticia de su Beatificación (aunque para muchos él ya es un Santo)
Maravillosa obra. Como todas las que ha hecho el padre Mario.
Gracias Padre Mario por todo lo que has hecho por los adultos mayores y por la comunidad toda.
Escucha, por favor, mi súplica por mamá para que esté estable de su problema cognitivo.
Así es por la intercesión ante Jesús.
Tuve la dicha, la fortuna de haberlo conocido al padre Mario en 1991 en la calle Mariano Acosta ( cuando me decía vuelva q yo lo voy ha ayudar) desde ese día no dejó de tenerlo presente en mis oraciones x su santificación, también ir a su magica obra en Gonzalez Catan.
El respeto y el amor más profundo x el hombre q para mi es santo de hace más de tres décadas
Graciss Padre Mario,siempre en mi corazón ,nunca dejo de pensar,en todo lo que me enseñaste ❤️
No conocí ni sabía de la existencia del p. Mario. Llegué a la OPM en el 2004 por una persona mayor amiga mía. Él tenía cáncer de próstata. Viviendo en Capital, durante mas de un mes llegué a ir de 2 a 3 veces por semana hasta Gonzalez Catán.
Solo pedía para que este amigo mío estuviera en paz y que desde “arriba” ocurriera lo que debiera ocurrir. Este amigo mío falleció EN PAZ y puedo dar testimonio de ello.
El último día, y enojado conmigo mismo, en el que estaba decidido a no regresar más a la OPM (mi ego exigía una respuesta si desde “arriba” me habían escuchado), estando parado frente a las seis imágenes de las vírgenes dentro del Museo, tres de ellas y sin que nadie ni nada las moviera, comenzaron a balancearse.
Solo había una colaboradora arrodillada frente a esas imágenes limpiando el piso.
Sin encontrar alguna explicación lógica al hecho, atiné a preguntarle si ella veía lo que yo estaba viendo. Ella levantó su cabeza y simplemente respondió “ah sí” a lo que volví a preguntar, “y esto a que se debe?”. Simplemente respondió “todo está en como uno pide”.
Había recibido mi respuesta.
Desde allí me retiré con una paz interior muy muy fuerte. Jamás había sentido algo así.
Nunca más abandoné la OPM.
El hombre que cambio mi vida y camino y sigue caminando junto a mi y mi familia, con sus milagros desde hace 40 años.
Gracias por haber tenido la dicha de haberlo conocido.- Gracias Padre Mario por todo lo que me brindastes.- Amen