El encuentro duró toda una tarde. Hubo juegos para que grandes y chicos pudieran divertirse. Más de trescientas personas, unidas por el Programa de Padrinazgo de la Obra del Padre Mario.

“Cada padrino es una persona sensible, que está haciendo el bien, que está viviendo para el otro, porque, como al Padre Mario le gustaba decir, el otro es el destinatario de lo que hago. El otro es el más importante, no lo que hago para mí.” Con estas palabras, Perla Gallardo, nuestra presidenta, cerró la tarde resumiendo el valor del vínculo entre padrinos y ahijados.

Convocados por el Programa de Padrinazgo Uno X Uno, un importante grupo de padrinos pudo reunirse con nuestros chicos del Centro Educativo La Huella y compartir un festejo lleno de juegos y sonrisas para celebrar el Día del Niño.

Las más de trescientas personas que acudieron a la convocatoria participaron de juegos organizados por los alumnos del Profesorado de Educación Física del Instituto Superior Pbro. José Mario Pantaleo y coordinados por el profesor Gustavo Reimer. Además, todos merendaron con las exquisiteces preparadas por los alumnos de la Plaza de Artes y Oficios.

Al final, se proyectó un video que narra la experiencia de participar de este programa, donde ahijados y padrinos contaron sus vivencias.

“El madrinazgo ha sido una muy linda experiencia. Soy judía y agradezco mucho a la Obra del Padre Mario, porque tiene la apertura de recibir a gente de otras religiones, de otras ideas, el ecumenismo es total y lo manejan muy bien. Estoy muy conforme con cómo desarrollan el programa” dice Alejandra Santa María,  licenciada en Sistemas y en Matemática y madrina de Ian, de 7 años. “Además, hasta me mandan el boletín para que yo vea su evolución escolar”, agrega.

Omar Letizia, transportista escolar y padrino de Alan, de 11 años, cuenta orgulloso que “hace dos años que soy padrino y desde mucho antes colaboro con la tarjeta amigo. Confío en la Obra del Padre Mario”.