DiscapacidadSoy Parte

 

En 1989 comencé a trabajar en la Obra y tuve la suerte de conocer al Padre Mario. Llegué a la Fundación por una compañera de estudios, quien me avisó que necesitaban una docente para la “Escuela Especial del Padre Mario”.

Me acerqué y fui atendida por Irene Isidori, quien por entonces cumplía funciones de vicedirectora. A los quince días ya estaba incorporada en la institución como docente. Al poco tiempo, junto con Irene, pudimos formalizar la escuela en el marco de la DIPREGEP (Dirección Provincial de Educación de Gestión Privada) y tomé la función como directora de la institución  en 1990.

Recuerdo con cariño que el Padre Mario venía siempre a la escuela y una de las cosas que más disfrutaba era el Taller de Panadería: le gustaba observar cómo aprendían los jóvenes. Paseaba por la escuela, luego se sentaba en la dirección y siempre me pedía su “café con leche con facturas”. Era una constante en él pelearme porque yo usaba “su escritorio y su sillón” pero después de un rato me decía que me prestaba ambas cosas. En la actualidad seguimos conservando “su escritorio”.

La Obra para mí significa muchas cosas: son muchos años, la vi crecer, vi sumarse gente. Con la incorporación de Alba Crespo como Directora del Área Discapacidad se abrieron los Centros de Mariano Acosta y Santa Fe. En lo que a mi persona se refiere, tuve un crecimiento personal, pude dedicarme a lo que estudié y me gustó, que es la docencia, y trabajar con personas con discapacidad.

La Fundación ayudó a mi capacitación y formación en el tema: me dio la oportunidad de realizar una maestría de dos años en la Universidad de Salamanca, España, además de posibilitarme una capacitación continua en otras universidades y centros de estudios.

Pero hay algo más importante que es la posibilidad de trabajar en un marco de respeto, confianza y libertad. Siempre he sentido que fue así.

A Perla, además de mi respeto, cariño y admiración por el esfuerzo que ha hecho junto al Padre y que sigue haciendo por la Obra, le doy mi agradecimiento por su calidez y cariño que siempre me ha demostrado y brindado.