Con motivo del fallecimiento del Santo Padre Francisco y por la conmoción que la noticia significó a nivel mundial y particularmente para todos los argentinos, en el Instituto Superior Presbítero José Mario Pantaleo, se llevó adelante una jornada de reflexión en memoria y gratitud por el don de la vida de Jorge Mario Bergoglio.
Con la presencia de cientos de alumnos del Instituto, su director, Dr. Héctor Godino, inició el acto con unas sentidas palabras: “así como el Padre Mario quería que sus escuelas estuvieran abiertas a todos, de la misma manera reconocemos en el Papa Francisco el mismo espíritu de apertura que hoy hace que tanta gente, incluso ajena a la Iglesia y a la fe, lo despida conmovida. Son muchas sus enseñanzas, todas atravesadas por un mismo pensamiento: colocar en el centro a la persona humana, especialmente a los más necesitados, porque ahí está Cristo.”
Además, Héctor Godino remarcó el mensaje del Papa Francisco sobre la importancia de la educación para la vida de las personas y de la sociedad en su conjunto: “también recordamos su forma de comprender la educación, que para explicarla había adaptado un antiguo proverbio africano (“para educar a un niño hace falta una aldea entera”) para darle su propia impronta: “para educar a un niño es necesario un pueblo”, marcando así el compromiso que nos exige la construcción de este camino educativo que pueda hacer madurar ‘una nueva solidaridad universal y una sociedad más acogedora‘.
El profesor Juan Garro también recordó al Papa Francisco: “Siento que Francisco nos invita a profesar la vocación docente con amor y justicia, vivir en la “casa común” comprendiendo la dimensión biocéntrica del hombre, entendiendo así que los educadores debemos continuar forjando sus enseñanzas sin diferencias sociales, de credos, de etnias, de simbolismos culturales, de identidades.”
Acerca del deporte y su enseñanza, remarcó: “La visión de Francisco hacia el deporte, al que ve siempre como un logro en equipo, nos tiene que comprometer a vivir y sentir la educación como un logro integral y no solo académico: docentes y estudiantes buscando vivir en un mundo más justo, equitativo y con oportunidades para todos.”
Para cerrar esta jornada de reflexión, el director del Área Educación, Dr. Horacio Morel, resaltó la entrega del Papa Francisco en acompañar a los más necesitados: “al testimonio de entrega total que nos regaló el Santo Padre, particularmente, durante los últimos días de su vida: haciendo caso omiso a las recomendaciones de los médicos, eligió darse por completo a los demás sin escatimar esfuerzos para acompañar a los sufrientes en Gaza todos los días por teléfono, a los presos de la cárcel de Roma el Jueves Santo yendo a lavarles los pies, a la gente reunida en San Pedro para celebrar la Pascua, apenas horas antes de morir. Francisco, en los últimos días de su vida fue un ejemplo viviente de la gran paradoja cristiana, por la que quien conserva egoístamente su vida la pierde, y quien la entrega a los demás por amor a Cristo la conserva para la vida eterna, viviendo al ciento por uno en la tierra.”
El equipo directivo del Instituto decidió continuar esta jornada de reflexión a partir de un nuevo encuentro el próximo sábado 7 de junio, que se llamará: “Una cultura del cuidado para reconstruir lo común. En homenaje al Papa Francisco”.

