Soy parte de la Obra del Padre Mario y espero poder continuar por mucho tiempo.
Ya son casi 20 años: llegué en 1994 buscando un poco de pan. En casa la situación era muy difícil. Había que parar la olla, tengo siete hijos que en ese momento eran chicos.
Pero llegué acá y empecé a recibir ayuda de todos, especialmente de las trabajadoras sociales. Ellas me invitaron a participar de los talleres comunitarios: allí hacíamos tejido, pintura sobre tela y varias cosas más ¡No era sólo retirar un bolsón con comida, que tanto necesitábamos! ¡Nos enseñaban a trabajar!
Al año siguiente, 1995, me uní al grupo de voluntarios de la Obra, colaborando así varios años en el sector donaciones.
Ya van casi diez años, así que conozco a todos y a todos les estoy agradecida. Recuerdo también a Carlos Brest, que me acompañaba en esta tarea.
La Obra del Padre Mario me permitió salir adelante cuando no tenía nada, y después, cuando me quedé sola. Hoy, además, tengo el orgullo de que mi nieta venga a esta escuela.
También quisiera agradecer a la Sra. Nora Garavelli, que siempre me acompaña y me apoya.
Por todo esto, ¡yo me siento parte de la Obra del Padre Mario!
Carmen Rosa Salva
DNI: 13.164.016
Voluntaria