Comencé a estudiar en la OPM desde el nivel secundario. Los viejos profesores recordarán conmigo que las aulas correspondían a una materia determinada, y teniamos que trasladarnos de acuerdo a la asignatura que tuviéramos. En ese tiempo realicé pasantías en distintos lugares de la Fundación. Luego comencé el nivel terciario, donde formé parte de la segunda promoción de Técnicos en Administración de Empresas.
Desde el año 2002 al 2004 busqué universidades que me revalidaran las materias del terciario para continuar estudiando. Cuando se abrió el Colegio Pantaleo fuí el primer inscripto.
Todavía conservo la carta donde me avisaban la novedad. Fue una alegría tan grande para mí y para mi familia, al punto que renuncié a un trabajo bien remunerado para poder estudiar, porque no me coincidían los horarios. Para poder costearme los estudios trabajé, entre otras cosas, como vendedor en la calle.
Actualmente trabajo en una empresa y realizo varias actividades en la Fundación, como profesor en la Plaza de Artes y Oficios, como ayudante de cátedra en el CUP, y recientemente como asesor en el Banco de la Buena Fe.
Estoy contento de ser parte de la Fundación y me encantaría seguir contribuyendo. Pero mi mayor orgullo es pertenecer a la Primera Promoción de Licenciados en Administración de Empresas del Colegio Pantaleo, porque soy parte de un sueño del padre Mario que se hizo realidad, y es un rol que vivo con intensidad.