Padre MarioPadre Mario su lugar

Padre Mario | Un día para recordar

El 8 de mayo de 1993, llegaban los restos mortales del Padre Mario a González Catán, con la asistencia de más de 15.000 personas.

Su obra, la iglesia que se alzaba en ella y esa casita que construyera casi con sus propias manos, conformaban su hogar.

Un día, hablando con su hermana, le dijo:

“Ahora, González Catán es mi lugar. Allí está mi gente, mi tierra, mi Iglesia y mis ilusiones. Ese es el lugar que he elegido para mi último sueño”.

El Mausoleo, montado en la mitad del jardín que está al costado de la iglesia, comparte cada mañana el trajinar de los madrugadores habitantes y escucha el saludo fraternal de cada uno de ellos: ¡Buenos días, Padrecito!

Allí vive su Obra y él descansa en paz.

 

 

La Obra - Mausoleo y Capilla Visita

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