Agosto, mes del Padre Mario
Un homenaje de su Obra junto a la comunidad
Agosto es vivido en la Obra como el mes del Padre Mario. Lo iniciamos el 1°, cuando se cumplieron 108 años de su nacimiento. Ese día, compartimos un desayuno junto a quienes se acercaron a visitar el Mausoleo y a presenciar la misa de Acción de Gracias que celebró el Padre Víctor Centeno en la Capilla Cristo Caminante.
Durante todo el mes, nuestros estudiantes de los distintos niveles educativos trabajaron en las aulas y organizaron exposiciones con sus producciones sobre la vida y obra del Padre Mario. Además, recibimos a los jóvenes y adultos del Centro de Día, que funciona en la provincia de Santa Fe y que este año cumple su 30º aniversario.
En el Centro de Día Nuestra Señora del Hogar, prepararon el Té del Reencuentro para rememorar las tardes en las que el Padre Mario, en los inicios de la Obra, se reunía con un grupo de adultos mayores para compartir el té, conversar, acompañarlos y contenerlos.
Además, nuestros mayores volvieron a proponerse un desafío muy emotivo para rendir su homenaje: caminar los tres kilómetros que separan al predio de La Toscana, donde se encuentra el CAM, con el mausoleo. ¡Y lo lograron! A paso lento, pero con el corazón contento y con lágrimas de emoción cumplieron una vez más.
Este año, también nos volvimos a encontrar el 19 de agosto, para homenajear al Padre Mario Pantaleo, Siervo de Dios, en el 31° aniversario de su fallecimiento. El agradecimiento, el cariño y la emoción colmaron la jornada de la 9° edición de La Comunidad Hace, declarada de Interés Municipal por La Matanza, que llevamos adelante ese día con gran esfuerzo.
A las 9:00 hs, el sol comenzó a asomarse sobre la calle Conde y amenizó el fresco del invierno para que los primeros visitantes pudieran acercarse hasta el Mausoleo como cada 19. De a poco, comenzaban a llegar más personas durante la mañana fría. Las borlas de colores sobre la cuadra principal anunciaban a los vecinos que los esperábamos un año más para recordar a quien inició hace 55 años, una Obra de desarrollo y un semillero de oportunidades.
“Todos venimos con el corazón pensando en lo que para cada uno significa y lo que hizo el Padre Mario”, así inició su homilía el Obispo de Gregorio de Laferrere, Mons. Jorge Torres Carbonell, en la misa que ofició en memoria del Padre Mario.
Frente a una capilla colmada de fieles, también expresó que “el Padre Mario era un portador de un don” y que pudo ejercerlo porque “él se dejó conducir por Dios, porque se puso al servicio de sus hermanos más necesitados y que por misericordia de Dios, no midió tiempos de su entrega”.
Tras la misa, los peregrinos se dirigieron hasta el Mausoleo para participar de la oración del responso y de la bendición de las intenciones que, este año, fueron colgadas junto a globos de colores en los alrededores del jardín y del Patio de la Solidaridad.
A lo largo de la jornada, los visitantes también pudieron recorrer la Expo Arte en el edificio del Jardín de Infantes, que brindó su homenaje al Padre Mario con la muestra de dibujos y esculturas elaboradas por los alumnos y sus familias. Allí, las paredes nos recibieron cubiertas por los colores y la ternura de los más pequeños.
En el Patio de la Solidaridad, también mostramos el trabajo que realizamos sobre el cuidado y la prevención de la salud de la comunidad, desde el programa Plan para vos. Participamos de una clase de Cocina saludable, realizada por la chef y pastelera Sol Molina, y de un Taller de Reanimación Cardiopulmonar, a cargo de la Escuela de Guardavidas de La Matanza.
En el SUM de las escuelas, las risas y la diversión de los niños y ¡también de los grandes! llegaron a la Plaza de Juegos dirigida por el profesor Juan Barrionuevo y un grupo de estudiantes del Profesorado de Educación Física que participaron voluntariamente en esta actividad.
Sobre la calle Conde, los visitantes recorrieron la feria de artesanías en la que participaron vecinos y familias de la comunidad educativa.
El Buffet El Retoño, la cocina de la Obra, homenajeó al Padre Mario con un menú de comida italiana y argentina para rememorar el origen de nuestro fundador y las tierras donde trabajó incansablemente para cumplir su misión.
A la tarde, el clima dejó de acompañarnos, y por el frío y la lluvia nos agrupamos en el Patio de la Solidaridad para compartir chocolate caliente con budines y scones dulces.
¡Gracias a quienes se acercaron para participar de este homenaje y también a quienes nos acompañaron con sus buenos deseos!
La Obra somos quienes la hacemos posible. La Obra sos vos.