No tuve la suerte de conocer al Padre Mario en vida, pero, cuando necesité algo, tanto por enfermedad como también por trabajo, le pedí y siempre estuvo conmigo, ayudándome.
Conocía la Obra por los buenos comentarios de la gente, pero nunca había venido. Anoté a mis hijos en la escuela secundaria y así empecé a tener contacto a diario.
Al tiempo, mi marido se enfermó de mal de Parkinson y tuvimos que afrontar tratamientos tan caros que no podíamos cumplir con los pagos de la escuela. Pensé en cambiarlos pero la Fundación, a través de Marcelo Encaje, me propuso asistir como mamá colaboradora y, de ese modo, los chicos continuaron viniendo a la escuela hasta que se recibieron.
A principios de 1998 trabajé por tres meses, en una suplencia, en el Nivel Superior. Para mí fue una bendición, porque mi marido no podía hacerlo. Empecé a sentir que acá tenía mi lugar, me contenían. A pesar de la complicada situación familiar, venía contenta.
Un viernes fue mi último día de trabajo. Pero el martes siguiente, Gustavo Bareilles, que era el director del Terciario, me llamó para que me incorporara como portera. Loca de contenta vine y comencé a trabajar en un puesto fijo en la Obra.
Y en 2005, al comienzo de las clases, volví a recibir otra gran noticia: trabajaría como preceptora del Instituto Terciario. Todavía recuerdo cuando el señor Alberto Garavelli me felicitó por crecer laboralmente. No se imaginan la alegría que yo tenía y sigo teniendo.
Si como portera estaba cerca de los alumnos, ahora más todavía y eso me llena el corazón: por donde voy siempre encuentro alguien que me recuerda cuando estudiaba en la Obra.
Cuando cumplí 10 años en la Institución me entregaron una plaqueta recordatoria. Sentí una emoción muy grande cuando todos los profesores y los alumnos se pusieron de pie para aplaudirme, y sólo podía pensar en mis hijos y en el Padre Mario que me guía. Supongo que el aplauso de pie quiere decir que algo estoy haciendo bien.
Siempre que le pedí al Padre Mario que me ayudara, estuvo conmigo acompañándome. Y siempre voy a estar agradecida a las personas que hicieron esto posible.
Muchísimas gracias a todos.
Graciela Leguizamón
DNI: 12.925.692